Letras que suenan
Hola a tod@s,
hoy publicamos el nuevo cuento inédito de Miguel Calzada “La originalidad del Mal” (2012), escrito ad hoc para la sección “Letras que suenan” de este blog.
Esta vez Miguel nos habla de situacionismo, punk y música étnica…
Buena lectura y ¡gracias a tod@s por seguirnos!
Nicola
La originalidad del Mal – por Miguel Calzada
“Duck Rock” de Malcolm McLaren (1983)
1. Obatala
2. Buffalo Gals
3. Double Dutch
4. El San Juanera
5. Merengue
6. Punk it up
7. Legba
8. Jive My Baby
9. Song for Chango
10. (Living on the road in) Soweto
11. World Famous
12. Duck for the Oyster
El Mal nació el 22 de enero de 1946 al norte de Londres y lleva dos años muerto. No tuvo padres, pero era descendiente directo de un mercader de diamantes. Su bisabuelo tenía un don especial para encontrar piedras preciosas en el África profunda. Sin mancharse las uñas de tierra, siempre conseguía quedarse con el dinero. El Mal tuvo una educación poco convencional. Su abuela le enseñó que “ser malo es bueno y ser bueno es simplemente aburrido”. Los que creen que el mal se llamaba Yoko Ono se equivocan. El nombre del Mal era Malcolm McLaren, el hombre que gritaba money cuando otros murmuraban arte.
El 7 de junio de 1977 la reina Isabel de Inglaterra cumplía un cuarto de siglo en el trono. Un grupo punk, los Sex Pistols, soltaba amarras y cruzaba el Támesis en un viejo remolcador. Les habían prohibido tocar en suelo inglés, pero no sobre las aguas. Navegaban hacia las orillas del palacio de Buckingham para que la Reina escuchase su canción de cumpleaños. Empezaba así: “Dios salve a la Reina y a su régimen fascista. Te convierte en un idiota, una bomba H en potencia”.
La policía los arrestó antes de que pudiesen tocar un solo acorde, pero el truco publicitario les colocó en las portadas de todos los tabloides. El ideólogo detrás de esta genialidad promocional era Malcolm McLaren, que manejaba a los Sex Pistols como un mafioso a sus sicarios. Fue él quien definió de una vez por todas la figura del mánager: el que te engaña, el que te vende, el que te deja tirado. Sabía lo que era mirar a los ojos a un perdedor del extrarradio y convencerle con la frase mágica: “Chico, tú eres un diamante en bruto”.
Los Sex Pistols no sabían tocar y ni siquiera eran amigos, pero tenían a Malcolm, que hablaba y hablaba en la radio, en la televisión o simplemente a gritos desde el mostrador de su tienda de ropa en Chelsea. Un reptil con verborrea que dijo que había inventado el punk. Los excesos de los Pistols eran propaganda perfectamente medida. Años después las marionetas se descontrolaron y empezaron a improvisar. Sid Vicious, el bajista heroinómano, asesinó a puñaladas a su novia en el Chelsea Hotel de Nueva York. Es fácil imaginarse a McLaren aplaudiendo entre bambalinas.
A menudo le acusaban de ser un explotador que quería ganar dinero. Malcolm tenía una respuesta preparada: “Solo soy un situacionista”. Los situacionistas eran vanguardistas que creían que el arte era un instrumento para idiotizar a las masas. El mundo del espectáculo (Hollywood y la televisión, el rock and roll, la publicidad en cada rincón del universo) creaba una ilusión que atrapaba a las personas. El único antídoto posible para tanto veneno era fabricar situaciones que pusiesen en evidencia la incómoda verdad: la vida es un show en el que ni siquiera nos dejan escribir nuestro propio guión.
Liderados por intelectuales como Debord y Sanguinetti, los situacionistas soñaban con que el espectador dejase de mirar a la pantalla y entrase en acción. Estuvieron en Mayo del 68 y en las primeras contracciones del movimiento okupa. También con los punkis, que presentaban su propia vida como una situación que dejaba en evidencia las de los demás. Frente al mensaje televisivo del mundo libre (“lucha por un futuro mejor”), el punk ofrecía el show del “no hay futuro”.
Los situacionistas hicieron cosas que hoy parecen una película. En los todopoderosos Estados Unidos, un grupo situacionista llamado Weather Underground (en honor a la canción “Subterranean Homesick Blues” de Dylan) conseguía poner bombas en el Pentágono y ayudaba a escapar del país a Timothy Leary, padre espiritual del LSD. Otros se limitaban a los panfletos. En Londres circulaba uno en el que se aplaudía a la psicópata que había intentado matar a Andy Warhol. Se adjuntaba una lista de futuros objetivos: estaban Mick Jagger y Bob Dylan, pero la primera del ranking era Yoko Ono.
Malcolm McLaren comprendió que el mejor show era el que demostraba al público que sus vidas eran un grotesco espectáculo. Inventó a los Sex Pistols, los llevó a la cima y los destruyó en tan solo tres años. Cuando el pozo del nihilismo y los imperdibles quedó seco, intentó repetir la jugada. Solo necesitaba otro nicho que aún no hubiese explotado, ¿dónde encontrarlo? El punk, con sus proclamas de dos minutos y tres acordes, había certificado la muerte del rock. El jazz iba camino de convertirse en la música de la élite culta y sensible. Y en el reggae no había sitio para más cobradores de comisiones. Así que Malcolm hizo lo que había hecho su bisabuelo: buscar en África.
Lo suyo no era empaparse de las costumbres locales y gastar un año en conocer la música del lugar. Malcolm no era un explorador: a lo más que llegaba era a beber unas cervezas en la metrópoli más cercana al aeropuerto. La idea era apropiarse de músicas que aún no eran conocidas, borrar sus notas más escabrosas y mezclarlas con la electrónica que iba a dominar la década de los ochenta. No se trataba de difundir el folclor de los países pobres sino de hacerse rico a su costa. En una cosa fue honrado: jamás intentó hacerse pasar por un intelectual con inquietudes antropológicas. En 1983 concedió una entrevista a la revista Playboy: “Va a ser lo más grande que jamás ha ocurrido. Vamos a juntar cualquier cosa que estén haciendo en El Salvador con cualquier cosa que estén haciendo en Zululandia”.
En una visita a Nueva York, Malcolm entró en contacto con otra forma de entender África. Un amigo le llevó a un concierto de rap. Tras una década agitando el gueto, el hip hop empezaba a atraer a los ejecutivos de las discográficas y los galeristas de Manhattan. Demasiadas sanguijuelas pululaban alrededor de la tarta, pero Malcolm tuvo una revelación diferente. Un DJ llamado Afrika Bambaataa combinaba los ritmos robóticos de Kraftwerk con rimas de instituto y una estética que le hacía parecer el brujo de la tribu. Sus seguidores eran la Nación Zulú, devotos de Malcolm X pero también de la ciencia ficción más desenfrenada. El rap era un pastiche bailable y peligroso, el cóctel perfecto para inspirar a un Malcolm McLaren que siempre había creído que el collage y la farsa eran el camino más corto hacia la gloria.
Malcolm contrató a Trevor Horn, un productor con experiencia que en sus ratos libres escribía éxitos como “Video Killed The Radio Star”, y después intentó convencer a los grandes nombres del Bronx para que se uniesen a su proyecto global. Todos desconfiaron. Afrika Bambaataa dio en el clavo cuando dijo que Malcolm era “un buitre que convertía la cultura en carroña”. Finalmente, el gran impostor consiguió atraer a dos raperos de segunda (Alá La Superestrella y Divina Mente Maestra). Se hacían llamar El Mundialmente Famoso Equipo Supremo y no tenían problemas de autoestima.
El disco se llamó “Duck Rock” y en él había sitio para percusiones latinas, bromas radiofónicas, rap errático, electro-pop, cánticos africanos y un uso abusivo del scratch (técnica practicada en el Bronx desde principios de los 70 pero que Malcolm, por supuesto, aseguraba haber inventado). Malcolm engatusaba a los periodistas y decía que el disco era fruto de su viaje espiritual en busca de las pocas cosas auténticas que aún existían. Aseguraba haber recorrido el mundo con un casete para grabar la música que estaba sonando en el lado oscuro del planeta. Decía que se había hecho amigo de los indígenas contándoles historias sobre los Sex Pistols. Y que lo que había dentro del disco era la pura esencia de un mundo desconocido y peligroso. El viejo Malcolm sabía hacer promoción.
Era todo mentira, por supuesto. Malcolm apenas se había movido de Londres y Trevor Horn había hecho la mayor parte del trabajo. Las canciones eran escandalosos plagios de viejas glorias latinoamericanas y sudafricanas. Las querellas no tardaron en llegar. Cuando la verdad salió publicada en la prensa, Malcolm dijo: “Hey, solo soy un situacionista”.
El disco que iba a cambiar el mundo pasó sin pena ni gloria y fue rápidamente olvidado. Llegó demasiado pronto. Diez años después otros se harían ricos etiquetando el pastiche multicultural y amoral de Malcolm como “world music”, “música étnica”, “world beat”, “músicas del mundo”… Nadie rindió homenaje a quien puso la primera piedra del gran expolio. Malcolm solo era el mánager sin escrúpulos al que acusaban de copiar pero al que todos copiaban. Cánticos tribales como introducción, armonías chinas, fondos orquestales estilo “Rey León”… Con diez años de ventaja, Malcolm McLaren sacó uno de los primeros discos descaradamente globalizados y ni siquiera intentó fingir: no lo hizo para salvar a los niños hambrientos, solo quería ser millonario. Antes que Paul Simon, antes que Youssou N’Dour, antes que Manu Chao.
El Mal tiene una voz infame que no intenta disimular. Cuando canta asume todos los tics del guiri que pisa por primera vez el trópico y termina borracho en una verbena. El Mal inventó el turismo sexual antes de que existiese. El Mal es capaz de encontrar diamantes en mitad de la mierda sin mancharse las uñas. El Mal intentará seducirte y te contará la verdadera historia de Sid Vicious. Y si le llamas imperialista, sonreirá y recordará lo que siempre decía su abuela: ser malo es bueno porque ser bueno es aburrido.
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Le dí click por la imagen de los sex pistols, interesante que se hable del creador de ellos, que fue de una moda más no de la música punk. Para mi sinceramente hay mas bandas las cuales tenian ese sonido, por citar un ejemplo: Iggy & the stooges, quienes tenian un sonido ya punk, antes de que sonaran los ramones o los sex pistols.
Creo que es cierto que el mal es original, siempre tiene formas nuevas de destruir, de causar desastres, cuando uno intenta avanzar el mal siempre lo pone un alto, pero no hablemos del mal como algo abstracto, tiene nombre, y ese nombre es el de todos los que no hacemos todo lo que está en nosotros para transformar el mundo, en ocasiones pensamos que eso le toca a otros, pero esos otros suelen estar planeando como destruirnos mientras nosotros solo los vemos.
El mal sigue avanzando y timando en África, Europa, América Asia y Oceanía porque nosotros lo hemos dejado.
Su frase tenebrosa que tenia en mente, es bastante buena, como la de crowley pero van por el mismo rumbo, es interesante saber el creador de los sex pistols y la explotación que hizo con ellos pero mi criterio u ignorancia creo que de eso se trataba el punk, su trabajo realizado la mayoría lo etiqueto como una persona que solo quería hacer dinero, y sus grabaciones que escuche en este blog no es muy buena
yo tambien le di clic por la imagen de los six pistols… y la verdad que interesante se me hizo leer la nota.. saber un poco mas de la historia, saber de los integrantes, y la musica punk que no se influia tanto en hacer buena musica, si no transmitir por medio de sus letras lo que veian de la sociedades y gobiernos.
Hola, Fer y muchas gracias por tu comentario.
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Un saludo,
Nicola
McLaren no fue sólo un representante del Punk, un representante
irónicamente sobrevalorado por cierto, sino que también fue un pionero
e inspiración para muchos músicos promesa en el siglo XX y XXI.
Representartes e íconos de hoy en día que vemos a diaro en la
televisión, que escuchamos en la radio, que leemos en los periódicos
son sucesores de este personaje incomprendido en su época. Los vemos
atrayendo masas porque son distintos, porque ellos mismos se denominan
y denominan su propio trabajo como «lo nunca visto», «lo de hoy»,
porque se cree que lo de hoy es ser «malo», ser «malo» es ser
políticamente incorrecto y eso te hace más interesante.
No trato de defender lo que hizo Malcom con tal de obtener dinero para
su adicción de probar cualquier estupefaciente que se le fuese
ofrecido ni a sus innumerables fiestas anarquistas descontroladas. En
la actualidad vemos a una Lady Gaga, una Madonna, sólo por mencionar
algunos, las que nos venden ésto, pero con algunas diferencias. Nos lo
venden como un nuevo producto y, que para mi es la diferencia más
sobresaliente, la mente maestra no son ellos/as mismos/as, sino los
que están detrás de ellos/as, el equipo maestro: asesores,
mercadólogos, publicistas, representantes, etc. Nuevamente vemos a un
Timothy Leary, representado en la actualidad como un séquito de
personas detrás de los nuevos títeres que le dan la cara al mundo.
Es genial el saber un poco mas de la historia de Malcom el echo de que fue muy fácil el manipular a la gente y darles lo que querían que es puro show y como trataba a la gente por su ambición. pero hoy en día quien no? hace todo por el poder. pero lo hacia a su forma como todos lo acusaban de copiar pero ellos lo copiaba a el. simplemente me encanto y me asombro.
Siendo muy honesta yo no conocía ni a los Sex Pistols, ni a Malcom McLaren, pero es sumamente interesante ver como la gente esta dispuesta a conseguir lo que quiere de cualquier forma, de conocer un poco de la historia de Malcom, y cómo surge el punk,(música dela cual no soy fanática, pero tampoco me desagrada).
El ser original implica, tener sus propias ideas, su propia forma de ser, hablar, vestir, en este caso su propio ritmo y forma de transmitir la música.
Lo que hizo Malcom es incrementar el auge de la música que no era conocida, lo malo es que no reconoció los créditos originales.
Bueno para el, malo para los originales…
Pues bueno en este mundo siempre habrá gente que busque sobresalir mas que otras, eso no es malo, lo malo es cuando se aprovecha de otras personas y no reconoce su trabajo.
me parecio interesante este bloc de comentarios sobre este personaje Mclaren como con su inteligencia y entrega a la musica del momento, envuelve a multitudes que se pierden en grandes males y los hacen inclusive perder sus propias identidades, arrasa con los jovenes que ponen su confianza en sus mensajes, es increible como el mal se disfraza de cosas agradables para desviar la atención de lo real, de lo autentico y sobre todo de los valores que día a día se pierden en el mundo.
Excelente post, me encanto la descipción tan ilustrativa de la época de los Sex Pistols!
Y aunque la idea principal del mismo no es la música en si, sino como puede un manager manipular la industria y a pesar de que » nadie rindió homenaje a quien puso la primera piedra del gran expolio. Malcolm solo era el mánager sin escrúpulos al que acusaban de copiar pero al que todos copiaban».
Y asi esta la cosa «manipula tu entorno mientras puedas hacerlo» al final tu minita de oro se derrumbará con todo el oro dentro asi que saca de ella , la mayor parte del tesoro mientras puedas hacerlo , antes de que ésta caiga frente a los ojos de los demas.
Rocio R.R.
Interesante NOTA! En algun momento escuche dos canciones de McLaren por su ritmo solo que no les prestaba mucha atencion a su letra, vida de El, el como se realizaron. Fue una persona muy ambiciosa por el DINERO que, gracias a otros el triunfaba en su musica renovandola para asi ser escandolo ante todo un publico adolescente donde acarreaba tanto erotismo sexual que la vida de los jovenes fue atrayendo mayor morbo…claro que depende de cada uno de que manera verlo…
Despues de su muerte y ahora en dia su musica sigue viva y gracias a el como son ejemplos LADY GAGA-RED HOT CHILI PEPPERS- tienen fructuosas ganancias solo que ellos de igual manera las van renovando…asi es la EMPRESA DE MUSICAL…
NOTA: ES IMPORTANTE SER INTELIGENTES PARA SABER HACER COSAS MALAS QUE RESULTEN SER BUENAS..
Excelente,es el reflego de como una persona con una actitud de lider,puede manipular a un grupo de personas, para explotar sus cualidades y que esta persona pueda obtener lo que quiera,en este caso en lo economico.
no conozco mucho de música de esa época pero lo que he escuchado de los sex pistols me deja un poco con dudas debido a que tal parece que los músicos llámese de rock o de cualquier genero basan su popularidad o trayectoria en sus manejadores y es ahí donde puede ser un verdadero fraude y como malcolm mc laren existen muchos habrá que poner mas atención en la calidad de la música mas que en la promoción de la misma, mis respetos para la gente que conoce a cerca de los sex pistols.
Muy interesante, la nota me atrapo, la codicia y la falta de escrúpulos del personaje me hace pensar en toda las cosas ocultas que hay en el mundo del espectáculo. Ya saben lo que dicen business is business.
Hace tiempo había escuchado hablar de éste grupo, el cuál se hizo famoso por faltarle el respeto a la reina, pero realmente no sabia mucho de ello. Es interesante el tema, sobretodo de como un personaje (Malcolm McLaren) puede sobresalir y manipular a través de la música a un centenar de personas. Es un tema interesante y lo felicito por ello. Gracias
Muy bueno definitivo lo de Yoko Ono siempre a sido asi la mala del cuento en cuanto a los Sex Pistols excelente no lo sabia pero al parec er es lo menos que se merece cualquier reynado en el mundo segun democratico que vivimos y claro que ese Malcolm McLaren si que fue un genio situacionista, que en corto yo les preguntaria ¿cuantos de esos conocemos cerca de nosostros? o lejos, en la television, en la musica etc. etc. y si es que el lo hizo copiando o compilando muchos recursos musicales para hacerse de dinero donde quedan los que lo copiaron a el tambien y que siguen de moda, llamense esposos de thalia o el que quieran; muy bueno el reportaje felicidades
Vaya que valio la pena leer este blog, sinceramente la imagen de los Sex Pistol llama la atención, pero he de admitir que no conocia la historia de Malcolm, el mal es una pieza que a final de cuentas mueve muchas otras en este mundo, todo es cuestión de identificar a tiempo esos brotes de maldad y dejar que se expresen solamante en buen rock.
Buenisima lectura =)… creo que la música nos lleva a conocer cosas diferentes, además de que la mayoria de la gente lleva un mal adentro pues no se puede negar que en ocasiones son situacionistas tal vez no al grado de McLaren, pero siempre buscando riquezas a costas de otros.
El aprovechamiento del caos por parte de empresarios que solo hacen dinero acosta de los demas es algo visto desde siempre, pero hay niveles, este es el nivel que no solo aloja ganacias millonarias sino que creo un estilo nuevo y diferente, que cumplio cabalmente con el objetivo, generar dinero
La maldad es algo que aparece intrínseco en la naturaleza humana, pero la maldad en las sociedades normalmente está vinculada con la ambición y el poder, no podemos tachar más que de maligna la manera en la que se conduce al mundo para el beneficio de muy pocos.
Una historia muy interesante que si bien trata de Malcom McLaren, fácilmente podría aplicarse a todos los de la industria del entretenimiento, la única diferencia es que el lo admitía.