
El consumo, esto es, tiende a generar comunidades. Y esto queda muy claro a la hora de analizar lo que ocurre en Internet, donde la publicidad y las estrategias de marketing llevan mucho tiempo adoptando modalidades “tribales” de forma masiva; formas que en el pasado eran típicas sobre todo de la agregación subcultural juvenil, mientras que ahora van extendiéndose a muchos otros segmentos de población. Estas formas tribales masivas (“tribalismo masivo” es sólo en aparencia un oxímoron) llegan mucho más allá de los antiguos confines generacionales, creando, esto es, comunidades virtuales transversales por edad, contexto geográfico, condición socio-económica, clase social, religión, etnia, etc.
Es cierto, pues, que en la actual fase de maduración de la sociedad del consumo, la relación entre el consumidor y la marca – con su propia brand ideology en un sentido muy amplio – se fundamenta en un vínculo emocional mucho más fuerte que en el pasado: un vínculo reforzado continuamente a través de la comunicación de unos “contenidos de marca” que expresan el “compromiso” de la marca sobre ciertas temáticas. En este sentido, se tiende a instaurar (por lo menos a nivel teórico y simbólico) una suerte de co-participación de las marcas y de los consumidores (actuales y potenciales) en actividades que abordan esas específicas temáticas.
Si bien es cierto que la identidad de los individuos es en buena medida el producto de las estructuras y de los patrones culturales de sus sociedades de pertenencia, también es cierto que, cada vez más, las diferentes formas de identidad se construyen también a través de una relación dinámica y circular entre los múltiples niveles dentro de aquello que configura un verdadero mercado de las identidades.
Hoy en día es evidente como la pertenencia generacional (tanto en los jóvenes como en los no-jóvenes) se entrelaza, en diferente medida, a la pertenencia étnica, territorial, socio-económica, política, (sub)cultural, ideológica, de género, de orientación sexual, etc. Además, en los comportamientos de las personas, también influyen activamente tanto los procesos comunicativos (de masas y de nivel micro-medial) como las consecuencias de aquellas estrategias y de aquellas acciones de marketing llevadas a cabo por las empresas, que venden bienes o servicios a unos target cada vez más diferenciados. Dicho de otra forma, en las personas actúan también las referencias propias de sus diferentes culturas del consumo.
El sociólogo español Luis Enrique Alonso, en el libro La era del consumo (2005), afirma que en la sociedad contemporánea el sistema de marcas se expande hasta adquirir un valor cultural propio, que lo hace autónomo e independiente de sus bases productivas y estrictamente comerciales. En otras palabras, las marcas, según Alonso, tienden a convertirse en «metamarcas». Es decir, las marcas trascienden el nivel primario del ámbito comercial y se independentizan de él.
Cada marca, esto es, tiende a crear, sostener y desarrollar una propia “mitología” de marca, que aspira a estructurar las prácticas concretas de la vida cotidiana de sus consumidores (actuales y potenciales); sus percepciones del mundo; las formas de sus representaciones culturales y simbólicas; sus modalidades de agregación y de entretenimiento y, más en general, sus propias opciones de comportamiento.
Un ámbito de consumo emblemático para analizar los efectos de la expansión del sistema de marcas y de su intervención en la construcción de determinados elementos de la cultura de masas contemporánea, es, sin duda, el ámbito de la moda. Una breve incursión dentro de este especifico mundo creo que pueda resultar útil a la hora de preguntarse hasta qué punto las marcas desempeñan un rol activo en la definición de las representaciones simbólicas contemporáneas. En este sentido, las palabras del periodista norteamericano Mark Tungate no podrían resultar más claras: «Es difícil imaginar un solo sector industrial que no recurra al marketing de uno u otro modo, pero solamente la moda se sustenta de él de una manera tan determinante. Cuando las prendas salen de las fábricas donde han sido confeccionadas son solamente “ropa”, pero tras pasar por las manos de los especialistas de marketing, se transforman mágicamente en “moda”.» [TUNGATE, MARK,Marcas de moda. Marcar estilo desde Armani a Zara, Barcelona, Editorial Gustavo Gili, 2008, p. 11]
En su libro, Tungate cita un paso extrapolado de una entrevista suya al fotógrafo de moda Vincent Peters. A través de este paso se describe de una manera muy eficaz la importancia que la moda tuvo, a lo largo de las últimas cinco décadas, en la definición de muchas referencias de la cultura de masas de las sociedades occidentales: «Sería estupido por nuestra parte subestimar la importancia de la moda en la sociedad, ya que las prendas y los complementos expresan cómo nos sentimos, cómo nos vemos a nosotros mismos y cómo desearíamos ser vistos por los demás. Durante mi entrevista con el fotógrafo de moda Vincent Peters, quien ha retratado a algunas de las personas más bellas del mundo vestidas con algunas de las prendas más caras, éste afirmaba: “La moda está demasiado extendida para ser considerada un asunto trivial. Incluso quien afirma que la moda no le interesa, se ha visto obligado en alguna ocasión a enfrentarse a ella. La moda está en todas partes, y lo que decidimos ponernos o no ponernos se ha convertido en una declaración política. No compramos ropa, compramos identidad”. Esta identidad está ligada a valores de marca, que se comunican al consumidor a través del marketing. ¿Eres una persona elegante, frívola refinada, urbana, intelectual, sexy…? ¿O todo lo anterior, dependiendo de tu estado de ánimo? No te preocupes, tenemos el atuendo adecuado para cada ocasión. […] Casi todos los adolescentes son concientes de la importancia de vestir la marca adecuada, en el color adecuado y de la manera adecuada, y, ya que hoy en día todos somos adolescentes, los adultos estamos obsesionados con la moda de manera similar. Los caprichos de la moda son a un mismo tiempo exasperantes y tentadores, y su alquimia es misteriosa; la mayoría de la gente, aunque se resista a dejarse seducir por ella, está fascinada por la moda.» [Ibidem, pp. 12-13].
A partir de los años cincuenta del siglo pasado las marcas empezaron a desarrollar de manera intensiva sus propios “contenidos” distintivos de cara a la captación de las inmensas oportunidades de desarrollo que el boom económico de la segunda posguerra mundial estaba generando. Dicho de otra forma, el surgir de la cultura de masas se acompañó a una estrategia de “flexibilización” progresiva de las marcas. Sectores de consumo como aquello cultural y del entretenimiento (cinema, tv, música, editoriales, dance club etc.), o de productos de gran consumo como los alimentarios, o de algunos mercados mayoritariamente ligados al valor de la modernidad – que en aquel entonces representaba el nuevo valor hegemónico (como el sector del vestuario, de los electrodomésticos, de las automóviles, de los motociclos, del turismo, de las bebidas alcohólicas, del tabaco, etc.) – fueron sectores muy activos en englobar y promover las referencias simbólicas del imaginario pop dentro de sus propios lenguajes comunicativos y dentro de las referencias des sus marcas. De esta manera, contribuyeron activamente a la creación de muchos lugares comunes de la cultura del consumo contemporánea.
A este propósito, resulta interesante leer cuanto escribe Rie Nii (asistente conservador del Kyoto Constume Institute) en su libro del 2004 La Moda dal XVI al XX secolo [ed. Italiana]. En el capítulo dedicado al Siglo XX, Nii escribe lo siguiente [la traducción del italiano es mía, n.d.r.]: «En los años sesenta los niños nacidos en el periodo del baby boom eran adolescentes y la era de la producción y del consumo de masas marchaba a pleno ritmo. En 1961 la Unión Soviética lanzó con éxito el primer vuelo espacial con tripulación a bordo y en 1963 el presidente John F. Kennedy fue asesinado. Las revueltas del mayo estudiantil estallaron en París en 1968 y el primer alunizaje ocurrió en 1969. En el medio de estos acontecimientos explosivos, los jóvenes estaban en búsqueda de modalidades expresivas propias y la nueva cultura americana representó una elección obligada. La nueva generación se hacía notar a través de grupos ingleses como los Beatles, mientras que sus intereses y sus preocupaciones eran contados por la corriente cinematográfica Nouvelle Vague. Los jóvenes descubrieron que enseñar el cuerpo era la manera más eficaz para distinguirse de la generación más anciana. En 1964 el estilista americano Rudi Gernereich introdujo el bañador hecho solamente de slip, el “monokini”, que representaba claramente una nueva concepción del cuerpo: una “body consciousness”». [THE KYOTO CONSTUME INSTITUTE, La Moda dal XVII al XX secolo, Colonia, Taschen GmbH, 2005, pp. 129 y sigg.].
Los años sesenta del siglo XX fueron, en este sentido, la década del viraje de la cultura de masas. Es decir, esa fue la década en la que las categorías estéticas, la cultura y la definición de “identidad” dejaron definitivamente de ser representaciones ideales y absolutas, acogiendo en si elementos, criterios e imágenes cada vez más relativas, flexibles y potencialmente al alcance de todos. A través de la circulación del estereotipo dominante del “consumo feliz” – mucho más cercano al gusto popular y a la cotidianidad “de la calle” – la sociedad occidental fue atravesada, esto es, por un proceso material y simbólico de progresivo “juvenecimiento” que aportó al imaginario colectivo valores nuevos como la “frescura”, la “auto-confianza”, el “optimismo modernista”, la “democratización” del gusto y de los valore estéticos.
De hecho, a lo largo del último tercio del siglo XX muchas marcas ejercieron un rol activo en crear y desarrollar comunidades de consumidores con connotaciones culturales estrechamente ligadas a ellas mismas. De hecho, a partir de entonces, muchas marcas instauraron una relación biunívoca circular de diálogo simbólico con sus consumidores, contribuyendo a definir sus propias identidades colectivas. A este propósito, se podrían citar numerosos case studies de empresas que, por ejemplo, actuaron de manera activa en la construcción de la identidad (sub)cultural de muchos grupos juveniles de consumidores, llevando a cabo una esmerada estrategia comercial de posicionamiento diferencial dentro de los respectivos mercados. Se podría pensar (sólo para citar algún caso conocido) en las industrias italianas de ciclomotores Piaggio e Innocenti y al nacimiento, a partir de finales de los años cincuenta, de la subcultura juvenil inglés Mod(ernist), caracterizada por una verdadera veneración hacia los scooter Vespa y Lambretta y, más en general, hacia el made in italy life style. Pero se podría pensar también en el caso de los Skinheads (originarios de las periferias londinenses de finales de los años sesenta) y a la fundamental importancia de algunas imprescindibles marcas “sagradas” ingleses de vestuario – como Doc. Marten’s (botas de trabajo de aspecto militar), Fred Perry (ropa deportiva), Ben Sherman (camisas con motivos de cuadros) o Lonsdale (sudaderas deportivas) – en la construcción de su propio estilo subcultural british & working class. También se podría pensar en los Hell’s Angels, surgidos en Estados Unidos en los años sesenta en torno a la marca americana de motocicletas Harley-Davidson; o también en la banda musical afro-americana rap RUN-DMC, que en los años ochenta ligó muy estrechamente su nombre y su propia música a la marca de ropa y zapatillas deportivas Adidas (que, a partir de aquel entonces, se convirtió en un elemento estético distintivo de los primeros rappers y de la subcultura juvenil Hip hop originaria). En este sentido, el análisis socio-histórico de las culturas juveniles de los últimos decenios ya no puede prescindir de un análisis de las modalidades según las cuales se ha desarrollado el diálogo simbólico entre los grupos juveniles de consumidores y las marcas de referencia sobre las cuales se funda la cultura de consumo propia de cada grupo.
Sin embargo, hoy en día, ya hemos entrado en una nueva fase del consumo y de relación entre marcas y consumidores: una fase decididamente más madura y evolucionada. De hecho, la identificación del consumidor con la marca (y con sus “propuestas culturales”, en términos de pertenencia compartida y de estilos de vida) ya no es sólo un móvil del comportamiento de emulación y de la reiteración de la compra de específicos productos o servicios. Cada vez más, pues, muchas marcas proponen (o aspiran a proponer) una visión del mundo a la que adherir, que ya no es sólo una opción de compra dentro de múltiples alternativas, sino que es la elección de una perspectiva “política” (en un sentido muy amplio de término) de intervención en el mundo.
Artículo extraído de la epigrafe 4 (parcialmente revisada) del ensayo De Rerum Marca publicado en Enfocarte.com. Toda las referencias bibliográficas están puntualmente indicadas en aquella sede. Para cualquier eventual aclaración te puedes poner en contacto conmigo.
Las fotos que aparecen junto con el texto tienen un valor únicamente didá¡ctico, referido exclusivamente a este artículo concreto. Las marcas que aparecen han sido seleccionadas de manera casual, cualquier uso de estas imágenes distinto dal presente no depende de mi voluntad.
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Las marcas definen no solamente a la empresa, sino también al consumidor. La marca es un reflejo de todo lo que ofrece un negocio a su cliente. La empresa tiene una misión muy importante al definir su marca que lo represente pues de ello dependerá gran parte de su futuro.
Excelente manera de expresar el consumismo manipulado por grandes compañias que solo hacen por obtener todos los beneficios sin pensar en elmodode vida de algunos sectores de la poblacion pero solo basados en la filosofia del consumismo y la mercadotecnia mercantil que abundan en el mercado
gracias por tu comentario, oscar.
efectivamente lo de la relación entre marcas e identidad es un tema cada vez más actual.
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unsaludo,
Nicola
exclente articulo…
Muchas gracias, Cristian!
las marcas evolucionan con la sociedad, no solo determinan un rol social, si no tambien se convierten en la marca del consumidor, adoptandola como parte de su identidad en el rol que desempeña en su entorno basandose en el capital cultural
Me parece interesante el artículo ya que el consumo todos lo hacemos a diario, a veces de manera celebratoria osea cuando festejamos, pero la mayor parte del consumo lo hacemos rutinariamente y sin demasiada planificación y sin pensarlo dos veces. La seleccion ofrecida por los productos (marketing) ya recae en la opinión de cada consumidor.
Es cierto, las marcas definen comunidades, identidades y sujetos, nos hacen parte de un todo donde en realidad no eres nada porque te fundes con los demás sin tomar conciencia si tu consumo es por qué quieres o porque es necesario o sirva sino porque es necesario que lo consumas para pertenecer a un grupo social donde serás reconocido por la marca de ropa, cosméticos, limpiadores, etc.; ello marca una diferencia entre tú y los demás que no tienen lo que tu si y así mismo una línea entre tú y aquellos que pueden ostentar una marca de mayor renombre, por ello es importante que tanto de las empresas buscar un bien social (al generar productos que no perjudiquen la salud e integridad de las personas, así como que sean útiles) como de las personas puedan ver que hay mas allá de la marca y del producto que consumen.
buen articulo, es verdad esto del consumismo , las marcas y todo esto engloban asi mismo lo que se le denomina globalizacion, lamentablemente muchas veces nos dejamos llevar por todo esto, ya que se encuentra de “moda”, perdiendo asi nuestra propia identidad, queriendo ser imitadores o tartar de formar parte de los demas.
Abisai Pérez Ríos
gran artículo, las grandes corporaciones nos han legado un sinnumero de nociones que se almacenan en nuestro conciente, es por ello la tarea de algunos psicoanalistas en rescatar el inconciente como conciente. Benjamin, este pensador vagabundo entre sus pocos escritos nos aviso de la injustificación de la moda y la tecnología, vivimos en una era de la filosofía de la innutilidad, caracterizada principalmente por la satisfaccion de necesidades artificiales.
Hola Nicola Mariani
Muy acertado este articulo, efectivamente a lo largo de los años las marcas han ido tomando mayor importancia, en un principio unicamente servian par diferenciar un producto de otro con las mismas caracteristicas, pero hoy en dia va mas alla, buscan no solo venderte un producto ademas buscan que ese producto sea parte importante de tu vida, haciendo una analogia queiren que sea parte de tu ser como un brazo o una mano de los cuales no puedes precindir. Para esto se valen de distintos medios y no solamente se limitan a la poblacion a la que va dirigido sino dia a dia buscan adaptarlo a una poblacion mas amplia.
Las marcas y costos son efimeros, pero al pasar por el marketing se vuelven exclusivos, y gracias a la revoluvion tecnologica y comercial hoy en dia la mayor parte de la poblacion quiere ser exclusiva sin importar limites o categoria socio-economicas.
La sociedad nos ha marcado estereotipos desde el principio de la historia, realmente las marcas son los mas actuales y por supuesto que si no traes marcas con demasiado prestigio quiere decir que no estas a la moda, que no tienes vida social o prácticamente marcan tu nivel socio-economico.
La lectura me parece interesante y acertada en muchos aspectos.
Felicidades.
al analizar este articulo nos podemos dar cuenta que la mercadotecnia y la moda siempre han estado presente en nuestra sociedad, pero al ir leyendo nos damos cuenta que en la actualidad es mayor el bombardeo de todos estos productos lo cuales muchas veces le dan sentido a nuestra vida.
Tratamos de vestirnos de acuerdo a la moda para pertener a algun grupo, deseamos tener la tecnologia mas reciente y hasta el cuerpo de las modelos que nos presentan en algunas publican.
Como dice Cecilia Morales, la sociedad marca estereotipos de lo que seria una vida perfecta, es ahi donde entra la mercadotecnia, que presenta los productos de cada marca como herramientas para alcanzar la felicidad.
¿Cuantas veces hemos visto comerciales sin ninguna relación con el producto que anuncian?
Debemos ser mas críticos con toda la publicidad engañosa que nos bombardea diariamente y sobre todo, tenemos que tener muy claro que para ser felices, no es necesario encajar en un grupo o estar a la moda, solo asi evitaremos ser vulnerables a la mercadotecnia
un saludo de parte de Guillermo Baez Luengas
Vivimos en un mundo en el que la falta de sentido por la vida es tan evidente,
En los jóvenes principalmente que se crea la necesidad de comprar una vida,
Siendo de esto de lo que las grandes marcas se aprovechan para vendernos sus
Productos, para ser feliz, para ser delgado, para ser el mejor amigo, hijo, padre,
Esto nos vuelve tan dependientes que se crea un círculo vicioso que creyendo llenar
Un vacío solo nos crea uno más grande porque nos aleja de nuestra propia identidad
Y de nuestros valores.
“Cual si fiera la espuma, de un anuncio de cerveza,Una marca me ha Vendido ya la forma de mi cabeza” (Rockdrigo González)
Gracias por tu comentario, Maria Elena!
Efectivamente, el tema de la relacion entre identidad, marcas y cultura del consumo es cada vez mas actual…
Un saludo,
Nicola
Me gustó mucho el artículo ya que refleja lo que estamos viviendo actualmente en cuanto al consumismo; en lo personal le agregaría que los medios de comunicación juegan un papel importante puesto que influyen mucho para que la cultura de la moda y el consumo se propague, y es que ya no compramos productos sino marcas. En cualquier momento y a cualquier lugar estamos bombardeados de publicidad, nos crean necesidades para que adquiramos los productos haciéndonos creer que la marca es la que nos define como personas. Si compramos de tal marca somos mejor que el otro y por lo tanto valemos más.
La mercadotecnia estudia minuciosamente a la población a la cual va dirigida cierto producto, aprovechándose de sus debilidades que, la mayoría de las veces, son a nivel emocional y psicológica. Al adquirir los productos no somos conscientes de ello y compramos marcas que, según lo que vimos en la tele, escuchamos en la radio o vimos en el cartel, nos hará sentir mejor.
Coincido en algunas opiniones en que debemos ser más críticos en lo que consumimos y preguntarnos cada vez que adquirimos un producto si ¿realmente vale la pena comprarlo?,¿es de primera necesidad?, ¿para qué y porqué tal producto y no otro?
Muchas gracias por tu comentario, Vilma.
Tus reflexiones y tus preguntas me parecen muy interesantes y totalmente acertadas.
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Un saludo y gracias por seguir el blog!
Nicola
un art muy interesante, las marcas son como se ha dicho la parte de nosotros en mi caso utilizo una marca y modelo específicos de jeans ¡¡¡ y esto va enfocado a que aun en estos tiempos nos sirve para diferenciar entre un pedazo de tela y otro ¡¡¡ no es solo marcar un estatus o una posibilidad económica en todos los casos, si no también la posibilidad de distinguir entre un tipo de bien y otro ¡¡¡ aun asi es cierto que gran parte de la poblacion carece de identitadad y busca el sentido de pertenencia en a un grupo con ciertas marcas ¡¡¡
Muchas gracias por tu comentario Cristihan Enrique!
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Un abrazo,
Nicola
Hola, la verdad este artículo me ha parecido sumamente interesante, sin duda uno de los que mejor describe el “consumismo” que estamos viviendo, un tema que no es solamente de ahora, sino que por lo anterior escrito se ha venido forjando desde hace algunas décadas. Concuerdo con muchos de los comentarios escritos con anterioridad es que las marcas han llegado a afectar de cierta forma nuestra identidad, pues ahora si no tenemos accesorios de última tecnología, no vestimos a la moda y sobre todo de las mejores marcas, seguramente no encajamos en algún grupo social, cuando lo verdaramente importante es conservar nuestra esencia.
Y claro debo admitir también que en algunas ocasiones diferenciar entre una marca y otra nos hará notar que es más conveniente para nuestro consumo, eso si, yo creo para necesidades básicas, sin tener que caer en el consumismo, pues muchas veces compramos solo por comprar(para no quedarnos atrás) y en realidad no es algo de prioridad.
Reitero nuevamente mis felicitaciones…excelente artículo!
Hola Lizeth, me alegro mucho que te haya gustado el artículo!
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Nicola
En el nivel de las marcas que ofrecen gadgets, no solo se definen las identidades mediante el uso de un producto en especifico, sino que se debe estar preparado para la siguiente innovacion en este (una camara con mayor resolucion, pantalla tactil, con 1 led de mas, etc.) Lo cual resulta interesante, por que no solo se segrega a aquellos consumidores de una marca distinta, sino que se segrega dentro de la misma comunidad.
Creo que es un tema de mucho interes y no solo porque hable de los estereotipos en cuanto a las marcas si no porque es el entorno en el que gira la vida cotidiana y como llegan a enfatizar ciertas maneras de pensar y sobre todo algunas que enganozamente llegan a envolverte en varios sentidos.
Este articulo me parece demasiado interesante, es impresionante como los seres humanos dependemos de (ser parte de) necesitamos vernos identificados con un grupo, un estilo, en fin, necesitamos una identidad ; y es ahi cuando las empresas nos presentas las marca,Todos en algún momento de nuestra vida nos hemos encontrados inmersos en este mundo lo queramos o no. Y si, todo evoluciona,sin duda alguna la forma de vender una idea o un producto también y lo seguirá asiendo, solo nos queda seguir siendo parte de esto.
Me pareció muy interesante el artículo ya que verdaderamente creo que la mercadotecnia ha rebasado los límites de poder que las estrategias publicitarias tienen, pues creo que esta ha tomado suficiente autoridad para controlar lo que la sociedad consume. Tal parece ser que ahora el consumidor no elige lo que necesita o desea comprar, sino la mercadotecnia se encarga de elegir que vender y de mostrar lo que supuestamente es necesario y a veces hasta indispensable consumir aunque sea todo lo contrario. Además creo que el daño más grave ha sido el de aceptar y creer que en verdad es necesario obtener tal o cual producto, provocando caer en la superficialidad y en la vanidad descontrolada pero sobre todo una decadencia de valores morales que hacen que la riqueza sea la principal forma de generar atención y de ganar supuesto valor entre la sociedad. No culpo totalmente a la mercadotecnia de esta decadencia de moral social que vivimos, pues hay otros varios factores que han contribuido a esto. Sin embargo si creo que ha sido determinante para el crecimiento a través de los años de este problema de pérdida de valores que ha afectado y continua cada vez más dañando a todas las clases sociales.
hola, nicola buen articulo, creo firmemente que los productos han tomado un cambio nocivo para el consumidor, pues de los productos basicos se van derviando necesidades cada vez menos importantes para la existencia de los humanos, sin embargo la mercadotecnia se ha especializado en encontrar el lado “emocional” para poder explotar cualquier pretexto con la finalidad de vender, y eso involucra hacer mas personal y hasta intima la forma de vendernos cualquier producto.
Cuantas veces no hemos elegido un producto dejandonos llevar solo por la “marca”? . Muy interesante tu articulo.
Excelente articulo y muy interesante.
Yo creo que el deseo de pertenencia de los individuos hacia un grupo social es aprovechado por las marcas para vender sus productos haciéndonos creer que gracias a ellos vamos a ser mejores personas.
tenemos que ser mas críticos con lo que nos ofrecen.
Este articulo me pareció muy interesante porque es lo que muchas veces pasa, al querer tener lo mejor de la moda, sin darnos cuenta que algunas empresas buscan la manera de vender para crecer mas.
Es muy cierto esto de las marcas, pues hoy en dia creo que es lo que ha logrado mayor consumismo en todo el mundo de todas las cosas que son difundidas por todos los medios de com unicacion, y gracias tambien a la mercadotecnia, que hooy en dia aplica muchisimos estudios y tecnicas para lograr mas cosas. Esté articulo me parece de lo mas completo e informativo.
Muy interesante artículo. En el caso mexicano el ser adherente de una marca en particular acentúa aun más los modelos clasistas bajo los cuáles mucha gente opera acá. Las marcas para el mexicano sino siempre te catalogan como parte de un estrato con ingresos medios-altos, busca incluirte en ellos aunque te encuentres estratos por debajo. Se me hace interesante como no puede uno divorciar el vestir con ropa de marca de una situación económica definida. Yo como comerciante de ropa me doy cuenta como gente, en el contexto mexicano, relatiamente pudiente raramente busca compar ropa que no sea de marca, mientras que gente con recursos mas escasos dificilmente se compra una prenda de marca por el peso económico que les causaria.
Más aun, es interesante ver que en México con tanta pirateria tambien se ve como muchos consumidores buscan ropa pirata con los logotipos de las marcas de moda en estos tiempos; mientras el caso de los “pudientes” es buscar mas pruebas de que la ropa que se les vende es verdaderamente original puesto que la ropa pirata en México es de muy buena calidad en cuanto a la copia de etiquetas, etc. En fin, buen artículo. Saludos
El tema me parece muy interesante ya que la importancia de la mercadotecnia en nuestra vida va aumentando cada dia. Hoy en dia muchos de nostros compramos los productos no por necesidad si no por una cuestion de status o de aceptacion. El hecho de poder adquirir los productos o servicios, que se pueden decir estan de moda representan en nosotros una satisfaccion, ya que que creemos todo lo que las marcas nos dicen que vamos a obtener al adquirirlas.
Me parece interesante el artículo ya que el consumo todos lo hacemos a diario, a veces de manera celebratoria osea cuando festejamos, pero la mayor parte lo hacemos rutinariamente y sin edmasiad planificación y sin pensarlo dos veces. La seleccion ofrecida por los productos(marketing) ya recae en la opinion de cada consumidor.
En completo acuerdo con éste artículo, creo que es evidente el poder que tienen las empresas al utilizar el marketing, pero creo que nosotros como sociedad tambien contribuimos en seguir alimentandolo, ya depende de cada persona si fomenta el consumismo o no. Yo, en lo particular no me puedo declarar a favor o en contra, ya que en muchas ocasiones he llegado a ser parte de este circulo vicioso.
Pero bueno la información ahí está y hay que seguir leyendo y reflexionando. Me gusto mucho éste blog y éste artículo.
Es un articulo interesante que nos da diferentes puntos de vista, ademas de ello nos hace ver que tan dependiente estamos a la moda y como las empresas competentes en la meteria “moda” logran persuadirnos para consumir los productos.
Ya que en varias ocaciones los individuos se hacen depediente al ultimo grito de la moda con la finalidad de distinguise y para satisfaccion personal.